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22 agosto 2010

Enrique Ponce corta el único rabo de la Feria salvando la tarde

Parecía que la tarde iba a resultar distinta a las anteriores de Feria, pero los dos primeros toros marcaron un comienzo pésimo. Al final, se fue animando en el tercero y llegó a su culmen en el cuarto, bajando en los últimos.
Y tuvo que ser Enrique Ponce, al que muchos critican porque lleva muchos años siendo el número uno, quien salvó la tarde ayer en Ciudad Real. Puede gustar más o menos, pero bien es cierto que a todos los toros le hace faena, por ello está en donde está. De nuevo volvió a mostrar su capacidad de entender a los toros. En el cuarto de la tarde formó un lío que despertó a los aficionados que, anodinos, ocupaban las localidades de más de tres cuartas partes de la plaza.
Cuando salió el cuarto, nadie sabía lo que iba a pasar. Ponce lo recibió lanceando a la verónica con mucha suavidad y temple. En el caballo parecía que el toro quería cantar la gallina puesto que no quería pelea. La inteligencia del diestro de Chivas hizo que supiera realizarle una faena que fue de menos a más. La quietud y la despaciosidad fueron las notas claves de la faena. Dejando la mano desmayada mientras que lo embarca en la bamba de su muleta. Los muletazos calaron en el tendido y el aficionado los acompañó de unos olés profundos. La gran estocada rubricó una gran obra. Por ello se pidieron los máximos trofeos a lo que el presidente accedió con acertado criterio.
En su primero se pudo ver una gran pelea en varas, donde el astado metió bien los riñones, tal vez por eso llegó mermado de facultades en el último tercio. Intentó torearlo a media altura, pero al ver que no respondía lo macheteó abreviando. Mató de pinchazo y bajonazo.

¿Qué le pasó a El Juli?
Julián López El Juli pudo seguir a su compañero Enrique Ponce en su salida por la puerta grande si no hubiera bajado la intensidad de la faena al que cerraba plaza. Parecía que la raza de Julián iba a salir y no se dejaría ganar la partida. En el sexto cortó pronto la faena, cosa que el público le recriminó, puesto que entendieron que el astado aún tenía más pases y se quedaban con ese sabor de que pudiera pasar algo importante. Mató de estocada casi entera y tendida.
Lo mejor de Julián López llegó en el tercero de la tarde, donde se pudo ver el mejor toreo El Juli. Muy templado recibió al de Torreherberos. Tan sólo consintió que le dieran un puyacito para no quedarse sin toro. Lo quitó por chicuelinas y, gracias a que lo cuidó, tuvo toro en el último tercio. Estuvo muy bien por ambos pitones ante un toro que tenía motor y transmitía. Lo importante es que el toro humillaba y se pudo ver la mano baja de El Juli. Mató de pinchazo y estocada desprendida, cortando la primera oreja de la tarde.

Bronca monumental
Julio Aparicio salió con ganas. Parecía que el torero había venido con toda la inspiración a Ciudad Real, pero no fue así. Al segundo de la tarde le costó fijarse en el capote de Aparicio. Una vez que lo consiguió, dio unas verónicas con temple y cadencia. La faena de muleta parecía que iba a ser antológica pero al final no ha conseguido meterlo en la muleta, y todo lo ha hecho a media altura ya que el burel no humillaba. Mató de media estocada caída y trasera.
Al quinto no quiso ni verlo, dejó que lo masacraran en el caballo. Con la muleta lo ha macheteado para terminar pronto la faena. Entra a matar dejando un metisaca y un bajonazo que le produce un gran derrame al toro. Con lo cual incita al respetable para que le den una gran bronca. Al toro lo aplaudieron en el arrastre.
La tarde dejó grandes matices destacando la gran actuación de Enrique Ponce al cuarto de la tarde y la de Julián López El Juli en el tercero. Lo demás, detalles de la última de Feria.