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30 septiembre 2010

El Cielo de los toreros

Se nos ha marchado Teodoro Muñoz. Un negro crespón cubre la fiesta de los toros, inundando de gran amargura a todos aquellos que lo conocimos. Hemos perdido un firme apoyo de la tauromaquia almadenense, una amistad irremplazable, un hombre bueno. Para él se ha terminado la travesía por este valle de lágrimas, pues sabemos que su vida no fue fácil. Una lamentable cogida le apartó de su profesión taurina cuando todo empezaba a sonreírle, teniéndole que ser amputados los dedos de un pie. Cuando se casaba, recibió la noticia de la muerte de su compañero y amigo “El Zorro” en la plaza de Barcelona. Ha tenido la desgracia de ver enterrar a dos de sus hijos, y por último, esta cruel enfermedad que lo ha ido consumiendo hasta acabar con él. Pero lejos de convertirse en una persona hostil, Teodoro supo ganarse el aprecio y afecto de todo el mundo. Persona entregada, hospitalaria como pocos, siempre dispuesto a colaborar en todo aquello que se le pedía, y sin un mal gesto hacia nadie. Lo triste se lo ha tragado compartiéndolo junto a su mujer, María, que es la que mejor sabe de sus desdichas, a quien desde estas líneas le mandamos un cariñoso abrazo con nuestro más sentido pésame.
Para esta clase de personas Dios debe tener reservado un pedazo de Cielo, como compensación a las desgracias terrenales. Pero en su caso la parcela celestial tiene que ser de lujo, el Cielo de los toreros.
Nos lo imaginamos haciendo su entrada en ese lugar especial, saludando a todos aquellos que le precedieron y que le habrán recibido con los brazos abiertos.
Como no podía ser menos ya se había organizado un festival taurino, que no podría comenzar hasta que él llegara. Y menudo cartel: Reina Rincón, Rafael Martín “El Zorro”, Juanito Coello y el “más moderno”, Teodoro Muñoz. En las cuadrillas, entre otros, “Michelín”, “Grano de Oro”, “Talega”, “El Cano”, Escolástico y Modesto Prado. Para picar las reses, por supuesto, Ramón Lorente. En la presidencia, de asesor junto al Juez Supremo, Ricardo Pérez Inestrosa, y como delegado gubernativo, Prudencio. Los novillos a lidiar, de don Alberto Marín, que se cubre en un burladero del callejón. Dan fe mediante sus crónicas, Juan Pérez Ayala, Cecilio López Pastor, Lucilo Villar, Diego del Moral y Curro Guadiana.
Todos brindan sus toros a Teodoro. El primero, Reina Rincón, que como matador de toros, abre cartel.
Qué alegría para Teodoro al brindarle su toro Rafael Martín “El Zorro”, que le agradece el detalle que tuvo con su madre y hermanas en el festival que, tras su muerte en la plaza de Barcelona, se dio en Almadén a su beneficio, y que como ya no podía torear, se colocó en la puerta de la plaza, junto a su mujer, para recaudar dinero de la gente que iba entrando.
Juanito Coello también le brinda el suyo recordándole la última vez que se vieron, en una comida que, para homenajearlos, les ofreció el Ateneo Taurino Manchego.
Cuando todos esperaban que Teodoro devolviese el brindis de su novillo a los otros espadas, se dirige a un lugar del tendido, donde en la primera fila se encuentran sus hijos Teodoro y Francisca, a quienes manifiesta lo mucho que los ha echado de menos desde que se fueron.
Al comenzar su faena de muleta, el público le jalea con olés, pues su forma de torear los conquista, no en vano funciona el dicho taurino de: “Se torea como se es”. Y siendo como era Teodoro, ¿cómo iba a torear?
De pronto arranca la música, haciéndolo de forma muy especial, con el pasodoble que le dedicó el maestro Federico Bastida en 1951 y un coro de ángeles cantando la letra que le puso Salvador Llach:

Torero de filigrana
con aire y garbo español
juventud que en la besana
soñara orgías de sol.
-
Teodoro Muñoz, torero,
torero de maravilla,
arabescos van tejiendo
tu capa y tu muletilla.
-
Te ven las hembras hispanas
que son clavel soberano
y al contemplar tu gran valor
para ti las flores desbordan su primor.
-
Y cuando tras del estoque
te lleva tu corazón
al cruzar y matar se estremecen
las gargantas con honda emoción.
-
La gloria es tu fin, y brilla
con tu traje al torear
y se prende con tu capote
capote de enamorar.


Desde el Ateneo Taurino Manchego manifestamos nuestro cariño y apoyo a la familia de Teodoro Muñoz en estos tristes momentos.

Por El Ateneo Taurino Manchego

1 Comments:

Blogger Higorca Gómez Carrasco said...

Muy bonita entrada, sentida y honda al hombre, al torero, a su recuerdo.

17:58  

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