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14 agosto 2013

Manuel Hervás, un pregonero sin igual

En un enclave tan carismático como es el Museo López Villaseñor se celebraba el pregón taurino que cada año marca el comienzo de lo que será la feria taurina en honor a la Virgen del Prado. En esta ocasión el Ateneo Taurino Manchego quiso contar con uno de sus miembros más emblemáticos: Manuel Hervás Casado.

Al olor de la llegada de la feria taurina en la capital, los aficionados se preparan para un año más cargar de ilusión su esportón. Ese esportón con el que acudirán cada día a los acontecimientos taurinos que se celebren.  Ayer pudieron inaugurarlo con el pregón taurino. Un pregón que cada año va cogiendo auge entre la afición capitalina.

En esta ocasión el pregonero invitado por el Ateneo Taurino Manchego fue Manuel Hervás Casado, miembro de dicha asociación y un erudito de la palabra. Lo cual se pudo comprobar en el patio del Museo López Villaseñor.



A las nueve de la noche los taurinos tenían una cita, con la Fiesta y sobre todo con el pregonero de la Feria Taurina. Manuel Hervás tomó la palabra, tras ser presentado por Francisco Manuel Jaime Sevilla, intentado capear la mala fortuna que augura en los taurinos el número 13 y para más inri que sea martes. Manuel no necesitó capear con ella, puesto que lanceó con un gracejo especial su verbo llegando hasta el tendido, en esta ocasión convertido en patio de butacas de dicho recinto.

Un recorrido por la tauromaquia que se ha podido observar en nuestro coso desde su inauguración hasta el día de hoy fue el centro del pregón de Manuel Hervás. Sin dejar en el olvido a los toreros, banderilleros, picadores, ganaderos, rejoneadores, novilleros, críticos taurinos y aficionados que ha dado nuestra capital desde tiempos remotos.

Antes de llegar al desenlace, hizo una introducción de su más tierna infancia y sus principios en el arte de Cúchares. Un aficionado que soñaba con torear en los tentaderos a los que acudía, pero que el miedo le impedía ponerse delante de la becerra. Un miedo, que como bien dijo hacía de su amigo invisible, y le retenía en el burladero para que no saliera a torear. Aún así la paciencia que fue cultivando con los años le aportó la satisfacción de ver publicado un libro, en el cual recogía todas las crónicas que se han editado sobre las tardes de festejos taurinos que se han celebrado en el coso de la glorieta de Pérez Ayala.

Vestido con un traje campero, quiso darle un toque distinguido a su pregón y emular a los antiguos pregoneros de antaño. Esos que leían los escritos de los alcaldes, en esta ocasión de la alcaldesa de la ciudad. Con ello puso el broche de oro a un pregón digno de recordar por las anécdotas y curiosidades que en él se escucharon.

Y emulando las palabras de Manuel Hervás reproduzco el final de su espléndido pregón, que durante un minuto fue ovacionado por los allí presentas:


“Se hace saber, de parte de la alcaldesa, que en la feria tendremos toros, porque a todos interesa. Con reses de Fuente Ymbro, en la corrida primera, para los enormes toreros, Ponce, Juli y Perera. El segundo día estarán, los de Benítez Cubero, esta vez para rejones, con centauros de cuerpo entero, Cartagena y Ventura, que van a sudar un sinfín, para estar a la altura de Miguel Ángel Martín. Al final tendremos una corrida sorpresa, con la que nos quiere agradar, esta cumplidora empresa, toros de Miranda y Moreno, que no harán un mal guiño, y los puedan torear El Cid, El Fandi y Fandiño. Habrá mucha alegría, mucha gente en los tendidos y en las tertulias no faltará, la opinión de los entendidos. No dejes que te lo cuenten y ve a sacar las entradas, no vaya a ser que se lo inventen y no te enteres de nada. Allí os esperamos a todos, para llenar el coso entero y que la Virgen del Prado, vestida de blanco y oro, proteja a los toreros.”