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15 septiembre 2013

El empaque y la cadencia de Mora junto con el clasicismo de Huertas abren la puerta grande

Piedrabuena, con más de media plaza se ha lidiado un encierro con dos ganaderías legendarias, por una parte la de Partido de Resina, 2º, 3º y 4º bien presentados y de gran calidad el 3º. Y tres toros de la ganadería de Samuel Flores, 1º y 6º con el hierro de Manuela Agustina López Flores y 5º con el hierro de Samuel Flores, bien presentados y manejables.

David Mora, dos orejas y gran petición de oreja con aviso, recoge en el tercio la fuerte ovación.

Rubén Pinar, silencio tras aviso y saludos tras aviso.

Emilio Huertas, ovación que recoge en el tercio tras aviso y dos orejas.

Había expectación en la provincia de Ciudad Real por ver los ejemplares del hierro de Partido de Resina, esa legendaria ganadería que justo este año cumple los ciento cincuenta de su creación. Una ganadería que aún tiene mucho que decir en las tardes taurinas como la de hoy en Piedrabuena. Dónde dijo que trabajando un poco más con ese encaste se puede volver a los años de su máximo esplendor. Así lo hacían ver el tercer y cuarto toro, que de lo único que han pecado es de falta de fuerza, pero con una embestida muy noble y tomando los engaños de los toreros con franqueza.

Al igual que la expectación por la ganadería, la había en torno a David Mora. En estos años ha cosechado una afición manchega que estaban deseosos de verlos por los cosos manchegos y no se lo pensaron para asistir a ver a su torero desde distintos puntos de la provincia. David no los defraudó y mostró su mejor yo, su mejor capote, su mejor muleta, en resumidas, su mejor tauromaquia.

Abría plaza el toro con el hierro de Manuela Agustina López Flores, un ejemplar muy abierto de cuerna que lo lanceó Mora a la verónica, con gusto, abriendo el compás y llevando su embestida. Genuflexo comenzó la faena, sacándolo a los medios con su estilo personal. Dibujando en el albero pinceladas de arte con la franela mientras se lo permitió el burel. Estuvo David valiente, aguantando las paradas, puesto que al final se quedaba corto, pero la torería de Mora salió y estuvo por encima de su ejemplar. Estocada y dos orejas para el esportón.

Con el buen ejemplar de Partido de Resina, David Mora lo recibió a pies juntos, con el menton clavao en el pecho, lanceando a la verónica por derecho, que compaginó con chicuelinas, rematando con una bella revolera. Quitó a la verónica toreando muy despacito. Con la franela inicio con doblones muy toreros para sacarse al toro hasta los medios y realizar allí la faena. Una faena con un gran argumento, donde el empaque y la hondura de David Mora han sido el guión perfecto para una obra que emborronó con la espada, falló a la primera, pero a la segunda dejó una gran estocada, en la que el astado rodó sin puntilla.

A Rubén Pinar le tocó bailar con los más feos. Su primero, un ejemplar de Partido de Resina no tenía las fuerzas suficientes para realizar una buena faena, y su segundo, de Samuel Flores, tampoco le dejó expresarse.

Con su primero no pudo lucirse al capote, tan sólo dejó una media verónica. En la faena muleteril tenía que llevar muy tapadito al toro si quería conseguir que embistiera. Un par de tandas le duró, puesto que pronto se quedaría corto y la faena se terminó, aunque Pinar quiso insistir, pero cuando no se tiene material, poco se puede lograr por muchas ganas que se tengan. Pinchazo y casi entera atravesada, y mal con el descabello. Silencio.

Con el de Samuel Flores tampoco pudo torear con el percal. Quedó inédito. Sin embargo, con la muleta logró una faena larga por ambos pitones, ante un toro que no llegó a transmitir al tendido. Un toro sin la emoción que llega al aficionado para que le haga sentir lo que el torero está haciendo en le ruedo. Aún así Rubén Pinar demostró la clase de torero que es, que a pesar de no tener ejemplares a la altura, sabe estar. Mata de estocada atravesa, que hizo guardia, aviso y dos descabello. Saludó en el tercio.

Por su parte, Emilio Huertas tuvo la moneda de cara, le correspondió el mejor lote en el sorteo. El de Partido de Resina, fue el mejor ejemplar, un toro para torearlo a placer, para sentirse a gusto con él. Y otro de Manuela Agustina López Flores, que si desde un principio lo somete, hubiera disfrutado.

Salió el tercero de la tarde, un toro cárdeno de muy bella estampa. Con una embestida muy suave que supo ver Emilio Huertas que lanceó con una lentitud y un gusto a la verónica que embelesó. En banderillas se desmonteró Juan Navazo tras dos buenos pares. Comenzó Huertas doblándose con él, toreando por la derecha, dos tandas por esa mano, calando hondo en el tendido. Cambia a la izquierda dónde el burel lo acompaña más, con una embestida de humillar y meter muy bien la cara en la franela. Predominó el toreo de mano baja. Cuando cambió a la mano diestra el toro ya no fue el mismo, ya llevaba muchos muletazos y no respondía igual. Emilio se fue a por la espada y entró a matar dejando una media tendida, vuelve a entrar y pincha, aviso y estocada. Hubo petición de oreja, que la presidencia no atendio. Saludó desde el tercio.

Con el que cerraba plaza, un ejemplar de Manuela Agustina López Flores quedó inédito en el capote. En banderillas se desmonteró José Otero. Con la muleta, tengo mis dudas que si le hubiera bajado la mano, cómo hubiera respondido el toro. Hizo la faena a media altura, y fue al final de la misma, cuando Huertas se sintió más a gusto, donde dejó muletazos más sentidos, llenos de profundidad y hondura. Mató de estocada casi entera que no le hizo falta puntilla. Dos orejas.

1 Comments:

Blogger Manolo López said...

Buena tarde de ambos, que confirman, su buen momento...es una pena que David Mora, no haya entrado en la feria de otoño¡¡¡

09:13  

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