A pesar de que han pasado siglos
desde que se publicara el Licenciado Vidriera sigue estando muy vigente. Carlos
Martín así lo ha querido reflejar en su obra. Por qué no enlazar lo que
preocupa ahora al país y a los ciudadanos con lo que pasaba antes. Claro que
por la calle no nos encontramos ningún Licenciado vidriera que nos dé su
consejo.
De nuevo una obra en la que el meta-teatro
está vigente, en esta ocasión es el Licenciado quién le expone a Cervantes lo
que no le gusta de su personaje. Con el que discute e interpretan los momentos
por los que el Licenciado se convierte en Vidrio y como lo pasa. Pero antes
hace un recorrido de cómo empezó su periplo.
El teatro se rindió ante estos
dos actores José Luis Esteban y Javier Aranda al tocar temas tan actuales
sumergidos en la novela cervantina, pero claro la actualidad nunca tiene fecha
de caducidad. Es imperecedera en el tiempo. Por ello la ironía y la crítica son
las que nos mantiene a flote en momentos de duda y debilidad.
Con una caracterización muy
lograda de cada personaje que representaban, y un escenario en el que poco
necesitaban dieron vida a un Licenciado Vidriera que al final recibe el
reconocimiento de todos pero al que le cuesta que se le acerquen los vecinos
cuando recobra su cordura.
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