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30 julio 2016

La fuerza de un Hamlet titánico

Tres horas ininterrumpidas deleitándonos con el Hamlet más titánico de la historia. Un Hamlet con una fuerza arrolladora que levanta a los espectadores de la Antigua Universidad Renacentista al término de la función. A pesar del calor, desde las siete de la tarde sentados en el patio de butacas, no fue nada pesada la obra, a pesar de la crudeza del texto. Miguel del Arco acertó de lleno con esta adaptación y sobre todo con la figura de Hamlet, representada por un Israel Elejalde asombroso.

Muchas son las versiones que se han hecho a lo largo de la historia de Hamlet. Aquel que escribiera William Shakespeare hace 400 años. Muchos años para mantener su fuerza latente hoy día que se su representación sea un pilar básico en los festivales. Miguel del Arco ha apostado fuerte con esta versión de 160 minutos ininterrumpidos. Una apuesta que podría no haber sido favorecida, pero con la base de un gran elenco de actores y la coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico junto con su propia compañía, Kamikaze, era un aval más que seguro para el éxito.

Ver la desgarradora actuación de Israel Elejalde, en el papel de Hamlet, te hace pensar en la magia que desemboca en el teatro. Esa magia que te transporta a otros mundos, que te hace ser mero observador de la acción desde una esquinita, en esta ocasión desde tu butaca. Esa fue la experiencia que te evocaba esta magnífica obra. Con un escenario muy sencillo en el que una cama, unas cortinas y los videos forman parte de todo el decorado. E incluso el cambio de espacios es algo sencillo, sin ostentaciones. El techo baja en las escenas finales para convertirse en el suelo del cementerio.

Impecable actuación de Israel Elejalde. Fuerza, vitalidad, arrojo, frescura… todo ello desprende la locura más cuerda de Hamlet. Donde desde su habitación se fragua toda la trama. No hay que dejar atrás el papel de Ángela Cremonte en su interpretación como Ofelia, la que nos ofrece al final su locura musical en esta versión. La firmeza de Ana Wagener, en Gertrudis. El reparto se completa con un Claudio que traiciona a su propio hermano, ocupando su puesto, quién da vida a dicho personaje es Daniel Freire. Importantes también los papeles secundarios de Cristóbal Suárez, José Luis Martínez y Jorge Kent, con tres personajes cada uno. Siete actores para representar un Hamlet muy soberbio en una actuación de gran calibre. 


Enhorabuena a todos por cambiar el concepto con el que íbamos antes de echarse el telón. Llegar y que te digan que no hay descanso, más saber que la función dura 160 minutos son un aliciente para que dudes en que vas a disfrutar, y más sabiendo de que va la trama. Gran sorpresa al ver el conjunto final. Y gran expectación en cada escena. Tonos de humor combinados con la tragedia de la obra. Esos toques de humor los puso una Ofelia muy danzante con una música moderna, y los sepultureros con ese acento del sur que recuperaba el lenguaje de antaño. Chapeau.