21 julio 2017

Bulerías ante la muerte del tirano en ‘Fuente Ovejuna’

LA JOVEN DOMINA LAS TABLAS CON SU EXPRESIÓN CORPORAL

Verdades devastadores ofrece la versión de Alberto Conejero de ‘Fuente Ovejuna’. Veintitrés actores que lo dan todo sobre las tablas, con una gran fuerza en su interpretación y una pasión descomunal para dar vida a la obra de Lope de Vega. Versos a ritmo de las canciones populares entona el pueblo cordobés en muchas de las escenas coreografiadas con bailes. Una plaza de toros es el escenario estático que separa la parte donde vive el pueblo llano con la del castillo por una puerta.

Una potente propuesta dirigida por Javier Hernández-Simón nos sumerge en una realidad latente hoy día en nuestra sociedad, el abuso de poder. Con un escenario que emula a una plaza de toros, hecha con talanqueras o traviesas, de las que aún quedan algunos pueblos de la piel del toro, se desarrolla la trama de la obra. Desde el primer momento rompe con lo cotidiano cuando el astado sale por toriles y el pueblo se enfrenta a él, unos lo lancean y otros están expectantes en la barrera, cual corrida de toros. La tensión va aumentando por momentos. De esta manera se muestran las vicisitudes que viven los toreros cada tarde.

Es curioso como el pueblo se levanta cuando las injusticias y abusos de poder que realiza el Comendador Fernán Gómez le tocan de lleno a la hija del alcalde Laurencia, muy bien interpretada por Paula Iwasaki, y dejan al olvido el agravio que se ha cometido antes con la campesina Jacinta, que sale de escena una vez que el pueblo pide justicia ante los Reyes Católicos, que permanecen inalterables fuera de escena, introduciéndose a paso lento, incluso al ralentí.

Dos alturas muestra el escenario fijo en el que se desarrolla el montaje. En la parte de abajo, habita el pueblo llano, que permanecen a la vista aunque no estén actuando, la barrera de la plaza de toros le da opciones de jugar. La puerta por donde sale el comendador es la misma por la que salió el toro. Es un símil a los chiqueros. Esa puerta separa al pueblo del Castillo. La parte alta es donde está el poder, tanto el Comendador como los Reyes Católicos.

Cabe destacar el sacrificio que hace el único valiente del pueblo. Mendo da la cara siempre por las mujeres de su pueblo. Lo hizo primero cuando se llevaron a Jacinta y lo volvió a hacer cuando reveló quién había matado al Comendador, que como habían acordado todos si les preguntaban era gritar ‘Fuente Ovejuna’. Papel importante el que desarrolla Carlos Serrano.

Es impresionante la sincronización que mantienen durante la hora y media que dura la función los veintitrés actores. Todos se mueven al mismo ritmo in crescendo por momentos hasta el final de la misma. La música juega un papel importante en la pieza, al igual que el baile. Destacar esas bulerías que se marcan las mujeres a la muerte del Comendador.


Gran ovación la recibida por el elenco de actores, director, ayudante de dirección, coreógrafa… En cinco ocasiones tuvieron que salir a recibir la calurosa ovación que le tributó el respetable. Es justo reconocer el trabajo de Jacobo Dicenta como el Comendador, Loreto Mauleón en el papel de Jacinta y Pablo Béjar como Frondoso.

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