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11 julio 2017

Honor y venganza en ‘La judía de Toledo’

DRAMA POLÍTICO QUE ACABA EN TRAGEDIA AMOROSA

Cuando lo humano está por encima de las obligaciones. Cuando el amor lleva a situaciones dramáticas. Cuando la venganza urde los planes más malévolos. Todo ello es lo que trata de escribir Lope de Vega con su obra ‘La judía de Toledo’ y a la que Laila Ripoll ha versionado reduciendo personajes y dándole un toque moderno. El montaje va apoyado con imágenes de audiovisión del NoDo y de la época del rey Alfonso VIII e incluso de Franco, pasando por el Corpus de Toledo.


El mensaje de la obra está claro, es un drama político, como el rey Alfonso VIII se enamora de la judía Fermosa, llamada Raquel y abandona sus obligaciones en la corte y las políticas. La puesta en escena es sensacional al igual que la interpretación del elenco de actores, destacar la actuación de Federico Aguado como Rey Alfonso y Elisabet Altube como Raquel.

Lope de Vega quiso remarcar la tragedia amorosa que desemboca en la tragedia política, puesto que el rey prefiere vivir como un hombre y abandona sus obligaciones monárquicas. En toda la trama juega un papel muy importante el hortelano Belardo, interpretado por Marcos León, es por su huerto por donde sucede todo. Tanto los encuentros furtivos del rey al principio como la muerte a manos de los consejeros de Alfonso VIII.

La vuelta a la cordura y, por tanto, a las obligaciones del rey llega cuando se le aparece Dios tras la muerte de Raquel. Antes también se ve a una Virgen llorar sangre en el momento en el que el rey y su concubina sacan su destino a través de la escena de la pesca en el río Tajo. La calavera que saca él es el destino que le espera a ella.

El país está desgobernado, es la reina quien da un ultimátum sino recuperan al rey se marcha a Inglaterra con su hijo. Por ello los consejeros para recuperar la cordura fraguan la venganza. Con ello logran parte de los intereses de la reina y porque no decirlo, de ellos mismos.

Una producción muy interesante de la Compañía Nacional de Teatro Clásico junto con Micomicón Teatro que disfrutó el público que lleno la Antigua Universidad Renacentista el único día de función, tal vez muy poco tiempo para poder degustar una obra de tal dimensión los espectadores que se quedaron sin butaca.


El montaje estuvo acompañado en todo momento de una proyección muy bien montada de Álvaro Luna que nos transportaba a la época en los que se narraban los hechos. También había elementos modernistas en la trama como el momento en el que aparecen en bikini y con revistas a la orilla del río tanto Raquel como su hermana Sibila. Sin olvidarnos del NoDo y del resto de actores que estuvieron a la altura de la obra como son: Ana Varela, Manuel Agredano, Mariano Llorente, Teresa Espejo y Jorge Varandela.