La propuesta que hace el Teatro
del Temple es muy diferente a la que se haya podido representar a través de los
años. Es una obra que aunque está muy presente el mundo onírico entre mezcla el
pasado donde fue escrito el verso con el presente de los tiempos que corren en
la forma de vestir y representar este drama. Aunque el elenco de actores no lo
hacen desde el punto de vista dramático que tienen otras versiones.
Sentados en el patio de butacas,
del Espacio Miguel Narros, nadie se imagina que la obra va a empezar con tan
solo el foco de unas linternas que llevan los protagonistas. Poco a poco la luz
sube al igual que el nivel de la escena. El Teatro del Temple presentó una
versión de Alfonso Plou muy innovadora, con una estructura compleja que te hace
estar pendiente de cada detalle.
La obra de por sí tiene una gran
profundidad, pero esta propuesta, dirigida por Carlos Martín, te lleva al mundo
onírico con un Segismundo que no te da tanta pena, ya que su forma de
expresarse es mucho más reflexiva, más ágil y comprensible, adaptada a la
mentalidad moderna de hoy día. El juego que ofrece el elenco de actores, jugando
entre la realidad y los sueños roza el límite de lo complejo de la obra.
La interpretación de la obra
calderoniana se sostiene con la música de Gonzalo Alonso. No sólo está presente
a lo largo de la interpretación en una esquina del escenario visible al público,
sino que los propios actores interpretan algunas piezas en distintos momentos
de la obra con diferentes instrumentos y su voz. Eso hace que coja ritmo debido
a la percusión.
El escenario creado por Tomás Ruata está compuesto de unas
rampas, que se van utilizando según las necesidades de escena, unas telas
colgadas que forman parte de la cárcel en la que habita Segismundo, un trono
para denominar el lugar del monarca, y cierran con unos paneles que se juntan
al final del espectáculo en el que está el logo de ‘La vida es sueño’ con un
entramado de círculos.
El elenco actoral está compuesto por José Luis Esteban en el
papel de Segismundo, Yesuf Bazaán como Basilio, Félix Martín en Clotaldo,
Minerva Arbués es Rosaura, Francisco Fraguas hace de Astolfo, Encarni Corrales
encarna a Estrella, Alfonso Palomares es el punto cómico de la obra en Clarín. Una
representación magnífica en una obra de esta magnitud. Así lo supo reconocer el
espectador que acudió al Espacio Miguel Narros con la ovación que le tributaron
al final del espectáculo.
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