20 julio 2018

Derroche de puro arte con ‘Nacida sombra’ en el Palacio

Encantado a la par que fascinado salió el público del Palacio de los Oviedos tras la magnífica actuación de la compañía de Rafaela Carrasco. ‘Nacida Sombra’ conquistó a los presentes, acunados bajo el manto de estrellas que lucía en el cielo de Almagro, para ver una actuación de pura seducción encima de las tablas. De pie entre oles y bravos despidió el espectador a los artistas.

Pocas veces sucede, en contadas ocasiones, aunque bien es cierto que hay espectáculos que desde el primer momento llegan al alma y por ende no deseas que se acaben. Te hechizan con la magia que desprenden, eso pasó con ‘Nacida Sombra’ donde a más de uno le pasaría que los pies y las manos se irían al son de la bulería, el taranto o la soleá. Y no es para menos puesto que ver bailar de la forma que lo hicieron Rafaela Carrasco, Florencia O’Ryan, Carmen Angulo y Paula Comitre evocaba a eso a ponerte a bailar a su lado, aunque claro está la diferencia iba a ser notable. Lo mismo pasaba cuando la música y el cante hacían su aparición, esas manos cohibidas por no poder unirse al son de la melodía.

La luna creciente que lucía en el firmamento fue testigo de la interpretación que hizo la compañía de Rafaela Carrasco, cuatro mujeres que representan las cuatro lunas. Cuatro mujeres importantes del Siglo de Oro español e hispanoamericano como fueron la mística Teresa de Jesús, la novelista María de Zayas, la actriz de corrales de comedia María Calderón y la rebelde sor Juana Inés de la Cruz. Mujeres libres y valientes que alzaron la voz en un siglo donde trataban de enviarlas a la sombra.

La palabra se conjuga con el flamenco y la danza española en este espectáculo sin igual. La voz en off de Blanca Portillo narra las cuatro cartas que se escriben entre sí las protagonistas, enlazando una historia con otra. Cada una de ellas expresa con su baile la interpretación de las cartas. “Esta noche nuestra Teresa os sueña” no sólo nos sueña Teresa en la esencia de Rafaela Carrasco sino que todos la soñamos a ella. Como en el Romance a Florencia O’Ryan siendo María de Zayas. En los fandagos, Paula Comitre como la Calderona o en la Guajira, Carmen Angulo de Sor Juana Inés de la Cruz.

La danza no encerraría esa magia sino estuviera rodeada de buena música como en esta ocasión estuvo acompañada en la guitarra por Jesús Torres y Juan Antonio Suárez “Cano” junto con los cantaores Antonio Campos y Miguel Ortega que nos ofrecieron un espectáculo único en todos sus palos como la seguiriya “Amadas Sombras”, el taranto , la bulería “En el camino”, Las cantiñas “Ensoñación de Teresa” y la soleá “Nacida Sombra”. Sin olvidarnos de la percusión “Corral de Comedias” o el vals “En Palacio” y las voces “El rezo”.

Para que toda obra consiga su propósito detrás de ella hay una dirección y una dramaturgia. En esta ocasión se han juntado Rafaela Carrasco y Álvaro Tato para crear esta criatura de tan imponente potencial. Con un escenario, obra de Carolina González, en el que dos paneles reflejan la sombra de las bailaoras mientras que danzan, y al fondo una cortina donde se ven imágenes en 3D mientras se narran las cartas que salen de un baúl que va itinerante y donde aparecen símbolos de cada una de ellas, como son las plumas para escribir y el escenario del Corral de Comedias. Un vestuario sencillo y bonito de Belén de la Quintana para interpretar a cada una de las mujeres en la que destaca el rojo de Teresa de Jesús.

Entres aplausos, oles y bravos se fue la compañía de Rafaela Carrasco del Palacio de los Oviedos, con ese regusto que dejan las cosas buenas, con ese arte que se derrocha por los poros de la piel, y con esa bulería que surge del alma. Hoy pueden volver a verlo quienes no lo han hecho y disfrutar de la esencia del arte en estado puro.


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