El pistoletazo de salida para el 2010 está a punto de darse. Con ello muchos sueños y esperanzas, tanto para la Plaza de Toros de Ciudad Real como para los toreros de la tierra.
A tan sólo unas horas de que se baje el telón del año 2009 y dé comienzo el 2010 muchas son las ilusiones y sueños que se tienen para el año venidero. Por supuesto, en materia taurina. Los toreros de la provincia soñarán con abrir muchas grandes, ya que eso será sinónimo de que tienen contratos. La afición, por su parte, sueña con revivir momentos de gloria en sus plazas. En cuanto a los ganaderos de la provincia, sus sueños serán lidiar toda la camada que tienen preparada para 2010, e incluso que alguno de sus ejemplares vuelva a la dehesa para padrear. Qué futuro más bonito para el toro bravo. Otro de los factores importantes de la Fiesta Nacional es el empresario, el cual ya estará haciendo cábalas para crear carteles del gusto de todos.
Todos estos propósitos o deseos para el año nuevo no serían posibles si no se tuviera un mínimo de ilusión. Aunque nada es fruto de la casualidad, para conseguir algo primero hay que luchar. Y digo luchar en el sentido de trabajar duro. Como dijo en su día el escritor alemán, Johann P. Eckerman “No basta dar pasos que un día puedan conducir hasta la meta, sino que cada paso ha de ser una meta sin dejar de ser un paso”, así deben pensar los toreros de nuestra tierra, tanto Sánchez Puerto, Víctor Puerto, Aníbal Ruiz, Luis Miguel Vázquez como Miguel Ángel Martín, Fernando Tendero, Jesús de Natalia, Rafael Castellanos, Emilio Huertas y todos los aprendices de torero, para ellos el día a día es importante, y el mañana es un día nuevo, un nuevo reto. Ellos no piensan en el ayer, puesto que no cuenta en su carrera. Lo único que cuenta es el día a día. Y el aficionado no perdona ningún error, y suele exigir demasiado. Aunque este año hay que pegarle una fuerte ovación a la afición manchega por volver a creer e ilusionarse con las tardes de toros en Ciudad Real.
Las claves del 2009
Aunque el 2009 ha sido muy sangriento para los toreros de la tierra, también han saboreado las mieles del éxito en repetidas ocasiones. Su nobleza ha sido una de las claves fundamentales para que se recuerde este año que finaliza con especial cariño.
Otra de las claves fundamentales, y esenciales de la Fiesta Nacional es la afición. Aunque no se puede decir que las plazas de la provincia han registrado un lleno absoluto en las tardes de toros, sí se puede decir que la afición capitalina ha vuelto a su plaza. A ese vetusto coso que tantas tardes de gloria ha dado a los toreros que han hecho el paseíllo por su albero.
Ojalá que en el 2010 siga creciendo la afición y con ello las ganas de ver buenas tardes de toros, porque ello sería sinónimo de que empresa, ganaderos y toreros reman en un mismo barco.
Feliz Año Nuevo al mundo del toro castellano-manchego.
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