02 septiembre 2013

Oreja por coleta en una tarde con grandes matices

Daimiel, con tres cuartos de entrada se lidiaba una corrida de Adolfo Martín, bien presentados y de juego desigual. Y novillos de El Cotillos nobles y de gran calidad.

Javier Castaño, ovación y oreja.

Luis Miguel Vázquez, silencio y oreja.

Alberto Aguilar, ovación con saludo en el tercio y oreja.

El novillero Carlos Aranda, dos orejas y dos orejas.


Había expectación en Daimiel por ver la corrida de Adolfo Martín. A pesar de ser un día de diario, la plaza ha registrado muy buena entrada, pero como en todo, tarde de expectación, tarde de decepción. Tan sólo un Adolfo sirvió en todos los tercios, ese salió en tercer lugar, que le correspondió a Alberto Aguilar. El cual cuajó una buena faena.

Aguilar recibió al tercero con verónicas de buen trazo. Con la muleta comenzó flexionado sometiendo al burel. Una faena de gran calado en el tendido, muletazos largos y hondos por ambas manos, con profundidad, sintiendo el toreo y transmitiéndolo. Lástima que el fallo a espadas le privara de pasear una oreja.

Con el que hacía séptimo, poco pudo hacer con el capote. Sin embargo, con la muleta pudo exprimir la embestida del toro, dejando una muy buena tanda al natural. Estocada casi entera y oreja.

Javier Castaño abría plaza, alguna verónica suelta dibujó. En la faena el toro se quedó pronto muy corto, aún así la mano y la experiencia de Castaño hicieron que consiguiera tandas importantes, sobre todo por el pitón izquierdo, por donde el toro colaboraba un poco más. Estocada trasera y contraria, descabello y ovación por el esfuerzo del torero.

Con el quinto, tuvo que aguantar mucho Javier Castaño, un toro que fue a menos, y que el torero estuvo muy por encima de él. Estocada casi entera, oreja. Se desmonteraron David Adalid y Fernando Sánchez.
Luis Miguel Vázquez quedó inédito con el capote en sus dos ejemplares. Con el primero de su lote le compuso una faena por ambas manos a un astado muy complicado. Su falta de rodaje se le notó sobre todo a la hora de entrar a mantar. Su labor fue silenciada.

En el sexto, un toro que salía desentendido de los engaños sin celo y sin humillar, Vázquez estuvo voluntarioso. Intentando arrancarle alguna embestida con buen trazo, pero fue imposible. Mató de una gran estocada que le valió el corte de la oreja, que no quiso pasear.

Quién se llevó la tarde y el triunfo fue el novillero Carlos Aranda, que contó con un ganado de gran nobleza y calidad, y el de Daimiel supo aprovecharlo. Genuflexo recibió al cuarto, para seguir con verónicas de gusto. Quitó por faroles rematando con revolera. En los medios, citó al novillo para pasárselo por la espalda. Muy templado con la derecha toreó con gusto, con ganas y con entusiasmo. Se le ven las ganas de ser alguien en el mundo del toro. El novillo no se cansaba de embestir para disfrute del torero. Estocada atravesada y tendida que le sirvió para cortar las dos primeras orejas de la tarde.

En el que cerraba plaza, el octavo, lo recibió con una larga cambiada para proseguir a la verónica. En esta ocasión realizó el quite por tafalleras. Gran variedad en el percal de Aranda. Con las rodillas en tierra recibió a su enemigo. De nuevo el buen hacer del novillero y las ganas de torear se volvieron a ver. Un toreo por ambas manos entregado. Mató de estocada trasera y perpendicular. Dos orejas.

1 comentario:

  1. muy buena tarde la de Carlos, que está demostrando, que está preparado para dar el salto, y aunque me duele mucho decirlo, falta de preparación la de Luismi, que acusó su inactividad...

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