08 julio 2017

Don Quijote se atreve a atravesar la fina línea que separa la realidad de la ficción

EL CORRAL DE COMEDIAS FUE TESTIGO DEL JUEGO EN EL TERRITORIO AMBIGUO

‘Las verdaderas aventuras de Don Quijote de La Mancha nos sumergen en un mundo en el que no sabemos que es real y que es ficción. Un mundo que Cervantes creo pero que Avellaneda intentó eclipsar con el suyo. En esta obra se entremezcla la segunda parte con la primera. Personajes reales con marionetas, en incluso tiene un toque muy actual con ruedas de prensa y los selfies que tan de moda están.

Después de tantos años escrito, el Quijote de Cervantes aún está de actualidad, y es por ello que en innumerables ocasiones se ha llevado a escena, pero nunca de la manera que lo hicieron Víctor Álvaro, Savina Figueras, Nicola-Frank Vachon y Pierre Robitaille. El texto e idea original de Philippe Soldevilla entusiasmó al público que llenó el Corral de Comedias de Almagro por su frescura e ingenio. En el escenario se entremezclaron personajes reales con marionetas. Dos horas muy amenas en el que la risa fue una de las tónicas de la noche.

Normalmente las historias empiezan desde el inicio, o lo que es lo mismo, el primer libro que se escribe. En esta ocasión todo comienza en Barcelona, en una playa, con ese toque modernos los actores nos sumergen en la segunda parte del Quijote. Donde Alonso Quijada vuelve a convertirse en Don Quijote para defender sus verdaderas aventuras ante Avellaneda. La obra es una mezcla de idiomas, se combina el francés y el español de manera simultánea, las traduciones a ambos idiomas hacen que el espectador la siga sin ningún problema.

De esta forma, intenta mostrar cuál de las partes es la real y cuál es la ficticia. La parte real es representada por el elenco de actores, mientras la parte de la ficción son las marionetas quienes se encargan de dar vida a los personajes. Ambas partes apoyadas con visuales en los que los propios actores a modo de rueda de prensa van comentando sus impresiones.


Lo que pretende este montaje es llevar a cabo ese juego escénico entre la interpretación real y el lenguaje de los títeres, todo esto ha sido posible gracias a la sintonía entre el quebequés Philippe Soldevilla y Víctor Álvaro, principales responsables de las compañías Sortie de Sécours y Gataro, a las que hay que añadir Pupulus Mordicus con la experiencia en el teatro de marionetas. El espectador salió encantado con la representación e incluso al final pudo posar junto con las marionetas de Quijote y Sancho, los cuales mostraron su agradecimiento y ganas de haber vuelto a pisar tierras manchegas.

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