‘Las verdaderas aventuras de Don
Quijote de La Mancha nos sumergen en un mundo en el que no sabemos que es real
y que es ficción. Un mundo que Cervantes creo pero que Avellaneda intentó
eclipsar con el suyo. En esta obra se entremezcla la segunda parte con la primera.
Personajes reales con marionetas, en incluso tiene un toque muy actual con
ruedas de prensa y los selfies que tan de moda están.
Después de tantos años escrito,
el Quijote de Cervantes aún está de actualidad, y es por ello que en
innumerables ocasiones se ha llevado a escena, pero nunca de la manera que lo
hicieron Víctor Álvaro, Savina Figueras, Nicola-Frank Vachon y Pierre
Robitaille. El texto e idea original de Philippe Soldevilla entusiasmó al
público que llenó el Corral de Comedias de Almagro por su frescura e ingenio.
En el escenario se entremezclaron personajes reales con marionetas. Dos horas
muy amenas en el que la risa fue una de las tónicas de la noche.
Normalmente las historias
empiezan desde el inicio, o lo que es lo mismo, el primer libro que se escribe.
En esta ocasión todo comienza en Barcelona, en una playa, con ese toque
modernos los actores nos sumergen en la segunda parte del Quijote. Donde Alonso
Quijada vuelve a convertirse en Don Quijote para defender sus verdaderas
aventuras ante Avellaneda. La obra es una mezcla de idiomas, se combina el
francés y el español de manera simultánea, las traduciones a ambos idiomas
hacen que el espectador la siga sin ningún problema.
De esta forma, intenta mostrar
cuál de las partes es la real y cuál es la ficticia. La parte real es
representada por el elenco de actores, mientras la parte de la ficción son las
marionetas quienes se encargan de dar vida a los personajes. Ambas partes
apoyadas con visuales en los que los propios actores a modo de rueda de prensa
van comentando sus impresiones.
Lo que pretende este montaje es
llevar a cabo ese juego escénico entre la interpretación real y el lenguaje de
los títeres, todo esto ha sido posible gracias a la sintonía entre el quebequés
Philippe Soldevilla y Víctor Álvaro, principales responsables de las compañías
Sortie de Sécours y Gataro, a las que hay que añadir Pupulus Mordicus con la
experiencia en el teatro de marionetas. El espectador salió encantado con la
representación e incluso al final pudo posar junto con las marionetas de
Quijote y Sancho, los cuales mostraron su agradecimiento y ganas de haber
vuelto a pisar tierras manchegas.
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