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22 abril 2017

Triunfa la valentía y entrega de Galdós y Huertas ante un pésimo encierro

Triunfador indiscutible de la tarde Joaquín Galdós que paseó cuatro orejas por el añejo albero cuadrado. Huertas cortó tres orejas con su toreo característico sin dejarse ganar la pelea. Galván se fue a pie al no tocar pelo por el fallo a espadas.

Un encierro descastado de José Luis Iniesta en el que la bravura de sus ejemplares escaseó. La salsa la tuvieron que poner los jóvenes toreros, para hacer ver al respetable que las ganas de triunfar están tanto con el toro bueno como con el malo, para eso eligieron esta profesión.

Ganas les sobraron a los tres matadores de toros. Venía a por todas a la plaza cuadrada de Las Virtudes, torear en una plaza de tanta belleza es un estímulo muy importante para afrontar la tarde, pero cuando salió el toro por chiqueros se llevó un pellizco de esa ilusión, al no embestir con la bravura con la que fue criado. Tan pronto como se veían podidos por las manos expertas no querían batalla. Aun así la insistencia de ellos logró que le arrancaran algunos pases de regalo.

Galdós estuvo muy valiente toda la tarde. Con un temple sobre cogedor. A su primero lo recibió a la verónica, dejando constancia del buen maneje que tiene con el capote este joven peruano. Con la muleta mandó en todos los muletazos, haciendo entrar al embroque al de Iniesta. Tandas ligadas al natural en el que el diapasón fue bajando a lo largo que avanzaba la faena. Estocada casi entera que le sirvió para pasear dos orejas.

En el que cerraba plaza, el que dio mejor juego, le cortó otras dos orejas. Lanceó a la verónica para quitar por chicuelinas. Trincheras en el comienzo de faena para llevar a su terreno al burel. Con la mano baja toreó al natural con cadencia y torería. Faena llena de personalidad y gran temple. Estocada, aviso y dos descabellos. Dos orejas como premio al conjunto de su labor.

Emilio Huertas, jugaba en casa, no por ello tiene todo ganado. Allí los triunfos le saben mejor porque sabe que se los gana más que en cualquier otra plaza, las orejas no se la dan por paisanaje. Tiene que demostrar que sabe torear y así lo hizo ésta tarde. Con su primero estuvo por encima de él. Con mucha suavidad lo probó con el capote para ver su condición. Con la muleta tuvo que poner todo él, ya que su enemigo se lo puso difícil al no acoplar su embestida a la muleta de Huertas. Ante él tenía a un toro exigente que tenía que hacerle las cosas muy bien. Así lo ha visto y ha toreado por ambos pitones. Pinchazo y estocada. Dos orejas.

El quinto no fue un dechado de virtudes. Lo saludó a la verónica para realizar un quite con mucha suavidad para no molestar al animal. La faena la tuvo que basar en la mano diestra ya que al natural el astado no quería saber nada. De nuevo las buenas formas de Huertas de poner toda la carne en el asador le hicieron pasear una merecida oreja tras matar de media estocada.

Mucha clase demostró David Galván pero la espada le privó de acompañar a sus compañeros en la salida por la puerta grande. Tras el susto inicial al comienzo de faena al ser prendido en dos ocasiones por el cornúpeta, Galván compuso una faena en la que tenía que provocar mucho al animal para que entrara en la franela. Ayudados por alto para cerrar una faena con temple y valentía. Estocada un pelín trasera que tuvo que coger el verduguillo para acertar a la cuarta con aviso de por medio.

Vibrante comienzo con el cuarto, el que más ímpetu mostró de salida. Lo recibió con una larga de rodillas para lancear a la verónica con gran empaque. Remata con una larga de cartel de toros. A media altura tuvo que realizar la faena para no molestar al astado y darle todas las facilidades. El temple y la despaciosidad fueron la clave de su trasteo. Pero cuando no humilla la faena no se siente igual. Aun así se vio la entrega y valentía de Galván que no tuvo suerte con la tizona a la hora de entrar a matar, cuatro pinchazos y una estocada.

Ficha del festejo:

Se lidiaron seis ejemplares de José Luis Iniesta descastados.

David Galván, ovación y ovación

Emilio Huertas, dos orejas y oreja

Joaquín Galdós, dos orejas y dos orejas.

 La plaza registró medio aforo en tarde calurosa

17 abril 2017

Con denominación de origen: Víctor y Marín

Carlos Aranda, con tres orejas y Fernando Tendero con dos, con sendos novillos de vuelta al ruedo, de la ganadería fernanduca de Víctor y Marín, fueron los protagonistas del Lunes de Pascua, en Carrión de Calatrava. Antonio Linares quedó inédito por el mal uso del acero.
La temperatura acompañaba a la tarde, el sol estaba servido en lo más alto, calentando los tendidos y al respetable, pero más se calentaron al ver el espectáculo que se mostró en el albero. Seis jaboneros con los que se pudo disfrutar de una gran tarde de toros, de las que en pocas ocasiones se conjugan tantos factores, en el que la nobleza y la calidad han sido el denominador común que el ganado ha ofrecido.

El apetito y la sed de torear la trajo Carlos Aranda, con un toreo muy diferente al que nos tiene acostumbrados. Un toreo con la esencia del aroma de Manuel Amador, que desde la barrera daba las órdenes pertinentes al joven novillero. Aunque pocas correcciones le podía hacer cuando se torea con un novillo que tiene una gran clase. Al que se le hacen las cosas solas. Desde el primer momento hubo un claro entendimiento entre el torero y el novillo. Acople de embestidas por ambas partes. Destacar el buen toreo al natural que realizó al final de la faena en el que el respetable vibró con lo que estaba viendo. Y disfrutó a gran escala. Un pinchazo que dio paso a una estocada un pelín trasera, completaba su obra de buen trazo. Dos orejas que pudieron ir acompañadas de la vuelta al ruedo del novillo que fue ovacionado en el arrastre por su clase.

Al sexto le arrancó una oreja, esta vez sí hubo vuelta al ruedo para el de Víctor y Marín. Es una maravilla cuando se ve que un novillo se arranca desde lejos y obedece a los toques de su matador. Doble disfrute es, si encima, va humillado. De nuevo Carlos Aranda paseó por el albero la nueva técnica adquirida. Muletazos de gran trazo y con detalles muy toreros para rematar las tandas. Estocada al encuentro que quedó un poco perpendicular al arrancarse el novillo.

Fernando Tendero paseó dos orejas del cuarto de la tarde. Un novillo que fue merecedor de la vuelta al ruedo, e incluso, si afinamos un poquito más, de ser indultado por la extraordinaria condición que demostró a lo largo de la faena. Conexión entre toro, toreo y público. Un novillo con mucha calidad que le permitió a Tendero realizar su toreo más sentido. Con ese ‘quejío’ que los grandes dejan tras una buena obra, puesto que los mimbres son de una gran condición. Algún muletazo le pudo haber sacado puesto que el animal respondía a los toques de su muleta. Mató de estocada un pelín tendida que tuvo que coger el descabello.

Con su primero no tocó pelo al fallar con la espada, pero recibió la calurosa ovación del público, que entendió el esfuerzo que había realizado con el novillo tanto con el capote como con la muleta, entendiendo la embestida que le regaló el astado.

Por su parte, Antonio Linares no tocó pelo. Voluntad no le falta al joven torero que anduvo bien con sus dos novillos pero el mal uso de la espada emborronó su obra. Dos bajonazos que afearon todo lo que hizo con la muleta. Tuvo enemigos con buenas cualidades para demostrar por qué es torero. Aunque no paseó ninguna oreja sus compañeros lo acompañaron en la salida de la plaza. Un gesto que les honra, puesto que los tres estuvieron a la altura del festejo que se pudo disfrutar en Carrión de Calatrava. Lo mejor: ver los tendidos llenos.

Ficha del festejo.

Se han lidiado seis novillos de la ganadería de Víctor y Marín, nobles y de gran calidad, vuelta al ruedo al cuarto y sexto.

Fernando Tendero, saludos tras ovación en el tercio y dos orejas.

Antonio Linares, silencio en ambos.


El novillero Carlos Aranda, dos orejas y oreja.