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19 mayo 2018

Mora, Tendero y Lorenzo abren la puerta grande en tarde gris

Fría la tarde, fría la presidencia en contrapunto con el calor de la escasa afición que albergaba el tendido de la plaza de toros de Puertollano. Tras el aluvión caído momentos antes de empezar el festejo los toreros, junto con la empresa y delegado gubernativo decidieron esperar diez minutos para echar para adelante una corrida que en su día se había suspendido por idénticos motivos. Al final se tomó la decisión acertada puesto que el tiempo dejó que se celebrara. Algún que otro chaparrón que al resguardo de un paraguas se pudo disfrutar del espectáculo que dieron tres toreros valientes de corte muy distinto. Seis orejas que se repartieron entre los tres. Una por cada toro de los lidiados, aunque en el caso de Álvaro Lorenzo se llegó a pedir la segunda en cada uno de sus enemigos, cosa que el Usía no concedió.
Abría plaza David Mora que recibió a su primero con verónicas muy templadas y mimando la embestida del de José Luis Perera dejando una media de cartel de toros. Quitó a la verónica con la misma templanza. Con la muleta el astado no terminaba de salir del engaño humillado sino cabeceando, tuvo que amoldarlo Mora por ambos pitones para fabricar una faena que tras la estocada caída le permitió pasear una oreja por el albero.
Al cuarto de la tarde volvió a instrumentarle unas suaves verónicas rematadas con dos medias de gran calidad. Destacó el toreo al natural con este ejemplar dejando una tanda de gran calado. Con la derecha el toro se quedaba corto, pero la veteranía del diestro tapaba esas carencias de flojedad del animal. Estocada y oreja.
Fernando Tendero recibió al de la Dehesilla flexionado lanceando a la verónica. Con la muleta quiso favorecer la embestida del animal sacándolo a los medios con su estilo personal. Muy buenos naturales aprovechando que ese era el pitón del toro, ya que por el derecho se quedaba más paraíto. Mató de estocada casi entera y tendida. Oreja.
Aunque dicen que no hay quinto malo, pero en esta ocasión no fue así, de salida el toro estuvo abanto, sin querer repetir en el capote de Tendero. Para meterlo en la bamba de su muleta comenzó la faena flexionado. En esta ocasión todo el trasteo muleteril lo realizó por el pitón derecho, el que más posibilidades le otorgaba para el triunfo. Con la espada tuvo que entrar por segunda ocasión ya que la primera no quedó muy ortodoxa. Descabello y oreja.

A pesar de que Álvaro Lorenzo cortó las mismas orejas que sus compañeros pero la calidad de su toreo estaba un punto por encima, muestra de ello fue la petición que hubo en ambos astados para conseguir el corte de la segunda oreja. Ramillete de verónicas para saludar al tercero de la tarde, un toro que había que entenderlo, ya que de primeras con la muleta se quedaba cortito, el torero supo amoldarlo y conseguir una faena cuajada por ambos pitones. Estocada en su sitio y oreja.
Con el que cerraba plaza no le brindó la oportunidad de saludarlo con el capote, tan sólo dos verónicas sueltas le consiguió dar, pero lo importante llegó con la muleta, en el que el temple fue el denominador común, daba igual que se echara la mano a la derecha como a la izquierda que la faena fue subiendo el diapasón. Remates con gran aroma a toreo grande. Pinchazo hondo que le sirvió para pasear una oreja.

Ficha del festejo
Se lidiaron cuatro toros del hierro de José Luis Perera (1, 3, 4 y 6) y dos de La Dehesilla (2 y 5) de juego desigual y sosos.

David Mora, oreja y oreja.
Fernando Tendero, oreja y oreja.

Álvaro Lorenzo, oreja y oreja.