ir arriba

30 junio 2015

Natalia Menéndez invita a ver los clásicos


Natalia Menéndez lleva como directora del Festival Clásico de Teatro de Almagro cinco años, desde que en febrero de 2010 se hiciera cargo. Desde entonces ha luchado por imprimirle un carácter y sello a cada edicción, trabajando al máximo para que cuando se levantara el telón el espectador pudiera disfrutar cada minuto en su butaca de la obra que estaban viendo. Son muchos meses de elegir entre las mejores que podrían ajustarse con la demanda, y son muchas las que se quedan fuera. Este año la apuesta es grande en su conjunto.

- El telón está a punto de levantarse, apenas dos días restan y está todo casi montado, ¿cómo se viven los preliminares para que no falle nada y todo salga perfecto?

-Con un gran equipo que se está dejando la piel por, justamente, cuidar los detalles. Porque creo que en los detalles está la diferencia. Por todas las compañías que nos visitan, que son profesionales. La única compañía amateur, que es Fuente Obejuna, por decir, compañía, porque en realidad es el pueblo de Fuente Obejuna, se están comportando como unos grandes profesionales. Intentando dedicarle todas las horas del mundo e intentando dormir algunas.

-Son ya cinco años al frente de la dirección de uno de los Festivales de teatro más importantes, ¿qué metas se traza cada año?

-Cada año me pongo como meta estar más que de acuerdo con el festival, con la edición que plantéo con la variedad, con el interés, con la curiosidad, con el aprendizaje, con la belleza. Cada año entiendo que hay que renovarse, pero no hacer cosas extrañas o raras solo para dar la sensación de renovación, sino que tengan anclajes, que tengan una cierta solidez.

-Imagino que son muchas las obras que se presentarán para aparecer en la programación final del festival, ¿cómo se hace esa selección? Es duro y complicado. 

-Sí, es duro. Es bastante duro. A veces hay que dejar espectáculos que no puedes por presupuesto, por falta de espacio. Porque hay otras que deben estar. Por ejemplo, se han presentado 24 países para poder estar en la programación del Festival. Eso más todas las compañías nacionales, en torno a unos 300 proyectos más o menos.

-¿Cuándo empiezan a llegarle las obras?

-Normalmente nosotros abrimos en septiembre. Pero algunos ya se han presentado, que no leen bien la página web y se presentan antes de tiempo. Es verdad que hay algunos espectáculos que se tienen que enjaretar o se tienen que empezar a  cocer con más tiempo. Pero en principio a partir del 1 de septiembre ya está abierta la convocatoria de la próxima edicción.

-Este año uno de los motores importante (sin menospreciar al resto) y atrayente para el espectador es Tim Robbins, ¿se ha apostado fuerte por esa obra?

-Claro se ha apostado fuerte con esta obra. Pero creo que se ha apostado fuerte con el Otelo de Argentina. Se ha apostado fuerte con los Entremeses, de José Luis Gómez. Se ha apostado fuerte con La Gitanilla, de Carmen Cortés. Se ha apostado fuerte con Auri, de Corea del Sur. Es decir que no de una manera extraordinaria, sino sabiendo lo que teníamos entre manos cuando se ofrecieron ellos para participar en el festival.

-Casi me ha respondido a la siguiente pregunta que le iba a plantear, en la cual quería saber, aparte de "El sueño de una noche de verano" que otras obras constituyen el eje de esta edicción. 

-He dicho estas pero también por supuesto la Compañía de Teatro Clásico con Enrique VIII o con las dos coproducciones. Creo que hay tantos ejes como espectadores.

-Como novedad este año, todas las obras que se representan en la Antigua Universidad Renacentista son a las 20:00h, ¿por qué este cambio de horario?

-Porque sentíamos que teníamos tres espacios muy grandes a las 22:45h. Era complicado que una persona pudiera venir a Almagro y pudiera no sólo gozar del Teatro Municipal sino que también pudiera elegir entre dos espacios por la tarde y tres principales por la noche. Esa es una de las cuestiones que hemos cambiado a las 20:00 horas. También la creación del espacio de Fúcares, el volver a retomar Fúcares era muy importante y a la 1.00 de la madrugada. Que una persona pudiera ver de pronto tres espectáculos en el fin de semana, que para eso son los Festivales.

-Supongo que cada edicción tiene algo de especial, en este caso, ¿cuál sería la de este año?

-Además del país invitado de honor. Que me parece que es un país que desconocemos mucho, y que es una posibilidad para conocerlo, Corea. De pronto el que venga la zarzuela con La cantada vida y muerte del general Malbrú. La reincorporación del flamenco en la programación o de la danza contemporánea también ha sido importante. Hay 11 estrenos absolutos. 11 estrenos nacionales. Es decir que hay mucho atrevimiento.

-Cree que hay determintado tipo de espectadores que no se atreven con los clásicos, ¿qué mensaje lanzaría, aparte del mencionado en el eslogan que es muy claro, para que se atrevieran?

-Que no tengan miedo. Que los clásicos no son aburridos. Los  clásicos son divertidos, son emocionantes, porque están hechos por creadores de hoy. Entonces no es una cosa polvorienta, ni antigua, ni rancia. Es algo que están hablando de hoy. El mercader de Venecia es un hombre que pide una hipoteca y a cambio va a entregar su vida. Los temas son de una actualidad apabullante, por suerte o por desgracia.

-Y por último, la inauguración del Festival estará teñida del recuerdo de Andrea D'Odorico, ¿qué fue para el teatro?

-Andrea ha sido uno de los maestros y que ha sentado escuela a escenógrafos, a productores, a actores, a directores, a dramaturgos. Andrea era una persona muy completa que se mostraba poco por pudor y porque siempre dejó en primer plano a Miguel Narros, pero no sólo trabajó con él y en la última etapa creo que mostró también sus inquietudes. Es alguien que se preocupó por el estar en una compañía privada y que no desmereciera a una pública. Por cuidar siempre la calidad. Por apostar por textos que no eran siempre los habituales. Por nuevas miradas. Por gente joven. Creo que es alguien fundamental en los últimos 40 años del teatro español.

- Merecería un espacio también.

- Al menos merece la inauguración de este año.

28 junio 2015

Alterntativa de Félix Jesús Rodríguez en su retirada

Será el próximo 25 de julio, en la histórica plaza de toros hexagonal de Almadén, dónde el torero de plata, Félix Jesús Rodríguez, ponga fin a su trayectoria taurina. Se cortará la coleta a la vez que toma la alternativa. El padrino será el matador de toros Luis Miguel Vázquez, y el testigo, el novillero Emilio Bresó.

Félix Jesús Rodríguez ha tomado la decisión de poner punto y final a su etapa como torero de la manera más bonita que se puede esperar, tomando la alternativa. Aquella con la que soñaba en sus inicios de novillero, y por circunstancias de la vida, le hicieron cambiar el oro por la plata. El 25 de julio, volverá a cambiar, en esta ocasión, la plata por el oro.

Toreará en un marco que envuelve todo su entorno de magia, duende y misterio. Una magia que brotará de las muñecas de la terna. El duende que imprimirá cada torero en su tauromaquía, y el misterio, tan grande que rodea el mundo del toro, que por mucho que los toreros vayan con la mejor de las intenciones, hay que contar con un protagonista de gran envergadura, como es el toro. Aún así las miras están puestas en que será un festejo único e inigualable, dónde el cartel está compuesto por amigos de Félix Jesús Rodríguez. Ya que no podía ser de otro modo.

Una de las características principales de este hombre de plata, es que siempre le ha gustado torear con sus amigos, sin importarle la cantidad de festejos. Ya que para él lo más importante era sentirse a gusto. Y en su despedida no iba a ser menos. Volverá a recordar sus inicios con esos compañeros infatigables, que en esta ocasión volverán a estar a sus órdenes como antaño.

La alternativa no se la podía dar otro que el diestro daimieleño Luis Miguel Vázquez, que ha ido a sus órdenes a lo largo de toda su carrera. Y como testigo, su poderdante, el novillero Emilio Bresó, que debutará con caballos.

El cartel aún no está cerrado, puesto que falta lo más elemental, el ganado. Se están visitando ganaderías para buscar la que mejor se adapte a un festejo tan especial como este.

A pesar de que Félix Jesús Rodríguez se ha querido ir de puntillas del toreo, puesto que una lesión de espalda le impedía continuar ejerciendo la profesión que más amaba. Sus amigos le han casi obligado a hacerlo por la puerta grande. Como merece un torero de su talla y clase. Puesto que, la discreción es su sello de identidad, no puede ser discreto alguien al que admira y siguen muchos aficionados. Eso hace imposible ser un torero que pase de puntillas por el albero, ya que al ejecutar los pares como le gusta al respetable, hacen que tenga que saludar montera en mano. Por lo tanto, Félix Jesús se retirará tomando la alternativa en Almadén, al lado de su pueblo natal, Alamillo, donde los paisanos y demás aficionados manchegos tienen una cita ineludible el próximo 25 de julio.