ir arriba

19 octubre 2006

"Maduré mucho como persona y como torero"

El diestro Luis Miguel Vázquez cuenta en primera persona como ha vivido la temporada 2006.

El cambio más importante que se produjo esta temporada fue el cambio de apoderado. Teníamos los dos mucha ilusiñon y ganas de que se cumpliesen una serie de compromisos. Luego, desgraciadamente, tal y como está montado esto, al final no se han podido cumplir muchos de ellos.

Lo más significativo fue mi confirmación en Madrid. En la cual fui con mucha ilusión y con muchas ganas de triunfar. Era un día muy decisivo en mi carrera. No salieron las cosas como debían de salir. No me achaco yo ningún fallo porque realmente fue un día en que resultó todo a contraestilo. No hubo manera.

Tal y como esta el mundo del toro, un torero modesto necesita triunfar en plazas grandes. El número de corridas que tenía en un principio se redujo a la mitad.
La temporada en sí, ha sido muy bonita, toreando poco. En todas las plazas en las que he toreado he tenido éxitos importantes. Podría destacar muchos, bueno todos, pero me quedo donde he triunfado fuertemente, que ha sido en Ciudad Real. Conseguí el trofeo a la faena más artística de la Feria. También en Manzanares tuve una actuación importante que lo destacó la prensa.

La verdad es que la prensa en general ha estado muy volcada conmigo esta temporada. Se ha identificado mucho con lo que es mi toreo. Han hablado de un cambio, de las dos caras de Luis Miguel. En esta temporada, creo que se ha visto la cara buena.

Volviendo al día de la confirmación decir que se juntaron muchas cosas y factores. Era la primera corrida con mi apoderado nuevo. Había mucha presión por muchos sectores. La corrida de todas formas no sirvió. Tampoco era una corrida para el lucimiento, pensándolo fríamente, una vez que has toreado, no era una corrida para servirme a mí en ningún aspecto, menos aún cuando el primero se care y el segundo de echa. Ningún torero hubiera podido triunfar con esa corrida. En este caso, yo que concibo el toreo de una manera particular, menos aún. Además se dio la circunstancia que era un día clave. Era la primera corrida del año. Aunque yo iba preparado y mentalizado pues las cosas no surgieron.

Luego la temporada se fue encauzando. Estoy muy contento de como ha terminado, he triunfado, salvo en Almagro que corté una oreja porque el otro toro lo pinché, en todas las plazas he salido a hombros. Además con una sensación muy buena. Sobre todo un ambiente bueno de cara al año que viene. Que es lo que un poco siempre busca uno. Y tratar de ir superándose poco a poco. Y dejar esa sensación en una temporada. Encauzarlo cuando no ha habido más oportunidades de torear en plazas importantes, por lo menos tratar de que la temporada que viene haya un ambiente especial y a principo de temporada arrear lo máximo para que no suceda lo que pasó en marzo. Que hubo un periodo de tiempo después de Madrid que me he quedado parado.

Cuando uno se queda parado tanto tiempo, a uno le da tiempo de pensar muchas cosas y a meditar. Saber lo que le conviene y lo que no. En ese sentido creo que maduré mucho como persona y como torero en ese tiempo que estuve parado. Espero no volver a quedarme parado tanto tiempo.

En la temporada pasada hubo baches, pero centrándonos en esta, creo que ha sido una temporada casi como la primera mía. De más continuidad y éxitos. Además haciendo el toreo bueno y el que yo siento. A lo mejor la temporada pasada toreé corridas que no debí torear. Mi estado de ánimo se vino un poco abajo, afortunadamente lo superé. Y esta temporada se ha notado la mejoría.

Tengo planteado un invierno muy intenso que me he planteado yo. Estoy en una etapa de mi carrera muy decisiva en la que ya no sólo se decide mi carrera como torero, sino también lo que es mi vida. Es un momento clave y queiro dedicarme plenamente al 100% en mi profesión. Tratar de que el año que viene sea un año importante. Seguramente habrá que hacer cambios que ya se anunciarán.

La retirada de Paco Alcalde ha sido el momento, mo el más difícil, pero sí que te quedas con un sabor agridulce. Paco ha estado cuatro años conmigo. Ya no sólo por el cariño personal sino por lo que me ha ayudado y ha aportado a mi toreo. Aunque quiero que siga conmigo, no creo que sea lo mismo. Porque ese último aliento en el burladero va a ser difícil. Ese último consejo vestido de torero, los dos en el burladero esperando que salga el toro, eso lo voy a echar de menos. Por otra parte, me alegra que un torero como Paco haya cumplido una etapa de su vida y consiga jubilarse con la dignidad de un torero.